Mantener tu vehículo en óptimas condiciones es esencial para garantizar su seguridad y rendimiento a largo plazo. Una parte fundamental de este mantenimiento es realizar revisiones periódicas de los componentes clave del automóvil.

Aquí te presentamos los ocho componentes que debes revisar al menos una vez al mes para asegurarte de que tu vehículo funcione correctamente y evitar posibles problemas en el futuro.

1- Nivel de Aceite del Motor:

El aceite del motor es vital para lubricar las piezas internas del motor y evitar el desgaste prematuro. Revisa el nivel de aceite del motor con el vehículo estacionado en una superficie nivelada y el motor apagado. Añade aceite si es necesario y asegúrate de cambiarlo según el intervalo recomendado por el fabricante. En modelos recientes, algunos aceites pueden cambiarse cada 30.000 km. Los vehículos de 10 años o más utilizan aceites con cambios entre los 7.000 y 15.000 kilómetros. Lo ideal es chequear su nivel cada 1.500 km y seguir las recomendaciones del fabricante. También es importante utilizar el tipo de aceite sugerido al realizar el chequeo de automóvil.

2- Presión de los Neumáticos:

Los neumáticos inflados incorrectamente pueden afectar el manejo del vehículo, aumentar el consumo de combustible y provocar un desgaste irregular de los neumáticos. Utiliza un medidor de presión de neumáticos para verificar la presión de los neumáticos cuando estén fríos y ajústalos según las especificaciones del fabricante.

3- Nivel de Líquido Refrigerante:

El líquido refrigerante mantiene el motor a una temperatura óptima de funcionamiento y previene el sobrecalentamiento. Verifica el nivel de líquido refrigerante en el depósito de expansión y añade más si es necesario. Asegúrate de utilizar el tipo de refrigerante recomendado por el fabricante. Debes cambiar el refrigerante a los 50.000 kilómetros, según algunos fabricantes. Verifica su nivel cada 20.000 km o cuando el indicador de temperatura aumente más de lo normal.

4- Estado de las Pastillas de Freno:

Las pastillas de freno desgastadas pueden afectar la capacidad de frenado del vehículo y aumentar la distancia de frenado. Inspecciona visualmente las pastillas de freno a través de las ruedas para verificar su grosor y reemplázalas si están desgastadas más allá del límite seguro.

5- Funcionamiento de las Luces:

Las luces del vehículo son cruciales para tu seguridad y la de los demás conductores. Enciende todas las luces del vehículo, incluidos los faros, las luces de freno, las luces de giro y las luces de posición, y verifica que estén funcionando correctamente. Reemplaza cualquier bombilla fundida de inmediato.

6- Filtros:

Durante el mantenimiento y la reparación de tu vehículo, no debes pasar por alto el cambio de los diferentes filtros. Cada uno tiene una vida útil específica, pero los filtros de aceite y combustible son especialmente críticos y deben cambiarse con regularidad. Por otro lado, el filtro de aire también requiere atención y se recomienda cambiarlo aproximadamente cada 10.000 a 15.000 kilómetros para garantizar un óptimo rendimiento del motor y una buena calidad del aire que ingresa al sistema de combustión.

7- Batería:

Uno de los aspectos básicos en la revisión técnica vehicular es el estado de la batería, ya que es la principal fuente de energía eléctrica para el vehículo. La duración de la batería puede variar según el tipo de batería, el modelo del vehículo y el uso que se le dé. Se recomienda realizar una revisión de la batería al menos cada 6 meses o cuando el vehículo tenga más de dos años de antigüedad, ya que las baterías pueden ser sensibles a los cambios de temperatura y a otros factores ambientales que pueden afectar su rendimiento. Un mantenimiento adecuado de la batería garantizará un arranque confiable y un funcionamiento eléctrico óptimo en tu vehículo.

8- Estado de las Escobillas Limpiaparabrisas:

Las escobillas limpiaparabrisas desgastadas pueden reducir la visibilidad en condiciones de lluvia y afectar la seguridad al conducir. Prueba las escobillas limpiaparabrisas y reemplázalas si dejan franjas o no limpian adecuadamente el parabrisas. Además, verifica el nivel de líquido limpiaparabrisas y llénalo si es necesario.

Realizar estas revisiones periódicas te ayudará a mantener tu vehículo en buen estado y a prevenir problemas mecánicos costosos en el futuro. Además, contribuirá a tu seguridad y la de los demás conductores en la carretera. Recuerda que, si detectas algún problema durante estas revisiones, es importante abordarlo de inmediato y buscar la ayuda de un mecánico profesional si es necesario y remplazar los elementos necesarios con piezas de calidad.

Te compartimos además, el siguiente video para que te enteres de los errores comunes que pueden causar daños en tu automóvil, desde malos hábitos de manejo hasta descuidos en el mantenimiento, y como puedes evitarlos.